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martes, diciembre 27, 2011

Cristo in Majestad con los santos patrones de Cremona y los simbolos de los cuatro evangelistas




Las primeras décadas del siglo XVI en Cremona fueron algunos de los más turbulentos de su historia política. En estos años de constante cambio gobernantes extranjeros, los líderes locales de Cremona a cabo un proyecto de elaboración de la decoración con notable consistencia. Desde 1506 hasta 1522 la comunidad tenía el presbiterio y la nave de la catedral con frescos del siglo doce. Al continuar la decoración a través de todos los cambios en el gobierno, la comunidad representada su propia identidad, sino que fue un acto de autoafirmación locales.
La decoración se inició en el semi-cúpula de la bóveda del ábside en 1506. Boccaccio Boccaccino representado, siguiendo un esquema de larga tradición, la Epifanía de Dios en los Últimos Días (Cristo en majestad) como la principal y la imagen que culminó en el espacio de la iglesia. Cristo es representado como flotando en las nubes rodeado por una aureola que nos ofrece una bendición y rodeado por cuatro de los santos patronos de Cremona: Marcellino y Imerio a la izquierda, Omobono y Pietro esorcista a la derecha
 acompañado de los simbolos de los cuatro evangelistas
El orden en el que aparecen en el Nuevo Testamento son:
El ángel (un hombre con alas): Mateo.
El león: Marcos.
El buey: Lucas.
El águila: Juan.
 

Mateo se simbolizó con un ángel (un hombre con alas) porque su evangelio comienza con la lista de los antepasados de Jesús, el Mesías: Mt 1,1-16. Esta lista es de gran valor para este evangelio porque presenta a Jesús como hijo de David (el más importante de los reyes) e hijo de Abrahán (el padre del pueblo de Dios). Mateo quiere afirmar que Jesús lleva a su perfección la historia del pueblo. Esta lista de mensajes tiene tres períodos de generaciones (3=número perfecto), y cada uno de los períodos se compone de catorce generaciones (14=7+7, número perfecto). Las mujeres también juegan un papel importante en esta genealogía; se trata de Tamar, Rajab, la mujer de Urías (Betsabé) y María. Son mujeres comprometidas con la justicia. Por eso Mateo las incluye en la lista.
 

Marcos se simboliza con un león porque su evangelio comienza con la predicación del Bautista en el desierto, donde había animales salvajes. Su evangelio fue el primero en escribirse (en la década de los años 60 después de Cristo) y sirvió como texto de catequesis para los que se preparaban para recibir el bautismo. Es el evangelio más corto y el hecho de que comience presentando a Juan Bautista en el desierto es muy importante. Para el pueblo de la Biblia, el desierto representaba, entre otras cosas, el lugar donde se fraguan los nuevos proyectos. Esto es lo que hizo el pueblo de Dios cuando salió de la esclavitud de Egipto. Juan Bautista se da a conocer en el desierto, lo que pone de manifiesto que está preparando al pueblo para la gran novedad que supone la vida y las prácticas de liberación de Jesús. Partiendo de Am 3,8, podemos afirmar que la voz del león simboliza la voz de los profetas que denuncian la violación de los planes de Dios Ap 10,3. Por tanto, Juan Bautista es el profeta que denuncia la injusticia y que apunta a la novedad que aportará Jesús.

Lucas se ha simbolizado mediante un buey o un toro porque su evangelio comienza con la visión de Zacarías en el Templo, donde se sacrificaban animales como bueyes, terneros y ovejas. El evangelio de Lucas comienza y termina en el Templo; los Hechos de los apóstoles constituyen la segunda parte del evangelio de Lucas. Si en el evangelio encontramos el camino de Jesús, en los Hechos tenemos el camino de las comunidades que siguieron a Jesús. El libro de los Hechos termina llegando Pablo a Roma, ciudad que, para Lucas, representa "los confines del mundo".
 

Juan es representado por un águila, la mirada dirigida al sol, porque su evangelio se abre con la contemplación del Jesús-Dios: Jn 1,1. El evangelio de Juan fue el último en aparecer, y no se escribió en pocos días. Lo escribieron los discípulos de Juan. Una de las características del Jesús del evangelio de Juan es esta: el Maestro nos conoce a cada uno de nosotros mejor de lo que nos conocemos nosotros mismos: Jn 1,48. Poco más adelante dice que Jesús "no necesitaba que le informasen de nadie, pues él conocía muy bien el interior del hombre." (Jn 2,25). Los símbolos de cuatro evangelistas surgieron a partir de Ez 1,10. En Ap 4,6-10 hay cuatro vivientes con ese aspecto, pero no se refieren a los evangelistas.

Cristo en majestad con los santos patronos de Cremona

1506 
Fresco 
Catedral, Cremona