sierra de la giganta |
fundada por padres jesuitas juan de ugarte y juan maria salvatierra padre eusebio francisco kino Dotada por José de la Peña Castrejón y Salzines, marqués de Villapuente, fue fundada a principios de 1708 por el padre Salvatierra y Juan de Ugarte, a unos 54 Km. al oeste noroeste de Loreto, en un hermoso oasis en la Sierra de la Giganta, río abajo se estableció la visita de San Miguel de Comondú, que había surgido gracias al trabajo hecho en el lugar por Juan de Ugarte. La misión fue atendida desde el principio por el padre Julián de Mayorga, el cual permaneció allí hasta el día de su muerte, el diez de noviembre de 1736, aunque su edificación en 1750 o se debe al misionero austriaco Francisco Inamma; la construcción era la única iglesia en la península con tres naves. En diciembre de 1736, la misión se trasladó a San Ignacio, lugar en el que supuestamente se tenían más facilidades para la siembra, y desde entonces la anterior sede se llamó Comondú Viejo En 1793 los dominicos relataron que la iglesia estaba decorada con tres altares, 25 pinturas y 6 estatuas. Es ésta la misión que, según se cuenta, a principios del siglo XX fue destruida con dinamita por el gobernador General Juan Domínguez para construir una escuela con sus piedras, aunque las razones que tuvo el militar quizá fueron otras, si se toma en cuenta que, como ya se ha dicho, la piedra es material que sobra en toda la región. Tres campanas que se conservan tienen grabadas las fechas 1697, 1708 y 1741; y a pesar del cuidado que estos bienes reciben de Doña Elvira Prepulís vecina del lugar los óleos de incalculable valor que cuelgan en los muros de la antigua sacristía, llenos de polvo, al acceso de cualquier visitante, cada día se deterioran más. Fernando Jordán llamó a los dos Comondúes el último paraíso sobre la tierra no sólo por su hermoso paisaje, sino por la producción de sus huertos abundantes en caña de azúcar, olivos, vid, palmas datileras e higueras; así como por la ganadería que proveía a sus pobladores con carne, queso, mantequilla y pieles. Dejó de funcionar como misión en 1827; a mediados del siglo XX mucha gente joven de los dos poblados emigraron a otros lugares menos incomunicados, y sólo hasta época reciente, al lograrse la construcción de un camino que entronca con la carretera estatal Ciudad Insurgentes La Purísima, y facilitarse así la comunicación con las poblaciones vecinas, el “último paraíso” parece revitalizarse e iniciar el progreso que su población merece |