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domingo, septiembre 23, 2012

jose rolon alcaraz en plaza del carmen en el centro de guadalajara jalisco


La vocación musical de José Paulino inicia en la niñez. Su padre era músico, formaba parte de la orquesta de Zapotlán, misma que él había formado y dirigía. José aprendió de su padre el gusto por la música, la disciplina en el trabajo del campo y el amor por la tierra. La inclinación musical del joven José era cada vez mayor, así que sus padres decidieron mandarlo a estudiar piano con Arnulfo Cárdenas, las piezas de Bach ayudaron para mejorar notablemente su técnica. A la muerte del maestro Cárdenas, José decidió darle gusto a su madre e ingresar al seminario de Zapotlán, le atraían las matemáticas, la astronomía y las de corte humanístico, así como también aprendió griego y latín. A los 20 años de edad, la muerte de su madre ensombreció su vida, y decidió abandonar el seminario. Feliciano Rolón se volvió a casar y entregó a su hijo la herencia materna: el rancho y la casa. Con este respaldo económico, José se atrevió a pedir la mano de Mercedes Villalvazo, se casaron en 1899 en Zapotlán, el 1 de septiembre de 1899 nació su primera hija, María Luisa. A esta alegría del músico se añadió otra de trascendental importancia. El gran pianista Ignaz Pederewsky ofrecería una serie de conciertos en la ciudad e México, un acontecimiento digno del inicio del siglo XX. Cuando su esposa se encontraba en espera de su segundo hijo, murió en el alumbramiento. La niña que nació llevó el nombre de su madre, Mercedes. A sus 24 años, José se encontraba viudo, sin sus padres y con dos pequeñas hijas. Apoyado por su suegro, Tranquilino Villalvazo, decidió trasladarse a Guadalajara a seguir estudiando música. Dos años de estricta disciplina hicieron de José Paulino el mejor discípulo del maestro Francisco Godínez, después cursó armonía con Benigno de la Torre. París parecía ser una opción para su pulimento musical. En 1904 se encontraba en París bajo la tutela musical de Moritz Mokowsky, dos años más tarde terminó su último curso. Con la muerte de su hija Mercedes, Rolón regresa a Guadalajara, en adelante sus preocupaciones fueron la educación de su única hija, y la fundación de un gran centro musical. La Academia Rolón fue fundada en agosto de 1907. En 1916, cuando sus alumnos estaban en plena madurez técnica, Rolón fundó la primera orquesta sinfónica del país, más tarde se convertiría en la Orquesta Sinfónica de Guadalajara. En 1927 Rolón se aventuro a casarse de nuevo con la joven pianista Ana de la Cueva, discípula suya. En compañía de su nueva pareja, decide trasladarse nuevamente a estudiar y perfeccionarse en París. Bajo la tutela de Paul Dukas, Rolón estudia composición y con el apoyo de Nadia Boulanger aprende técnicas de contrapunto.Rolón tenía la inquietante preocupación de superar la prueba del tiempo, el Cuauhtémoc (1929), fue la pieza clave para salir victorioso con una obra de marcado carácter étnico. Otras de sus obras son: El festín de los enanos (1925), Zapotlán ( 1935), suite sinfónica, y un concierto para piano y orquesta escrito en 1942. Compuso también numerosas piezas para piano y música de cámara.Al instalarse en la ciudad de México en 1930, fue nombrado maestro de composición en el Conservatorio Nacional de Música, en 1938 fue nombrado director de dicha institución. Dos años más tarde decidió separarse de Ana de la Cueva, para 1941 su salud comenzó a quebrantarse a consecuencia de la diabetes que padecía. José Rolón, uno de los mayores exponentes de la música clásica mexicana murió el 3 de septiembre de 1945. Fue enterrado en la ciudad de México. Dieciséis años más tarde, cuando su amigo Agustín Yáñez Gobernaba el estado de Jalisco, ordenó trasladar sus restos a la rotonda de los hombres ilustres 


laguna de zapotlan cerca de ciudad guzman en jalisco