jueves, junio 06, 2013

jose esposo de maria padre protector de jesus presente en la tierra en templo de ignacio loyola en guadalajara




Hoy san José nos da un ejemplo magnífico de entrega en las manos de Dios. Se fía de Dios. Y cuando uno se fía de Dios, pueden venir muchas dificultades, que serán purificadoras; pero al final brilla la luz. No fue todo fácil en la vida de san José para hacer de padre de Jesús: el tener que dejar su tranquilidad de Nazaret para el nacimiento de Jesús, la huida a Egipto, el volver a comenzar el trabajo, la oscuridad de la fe para comprender a Jesús al quedarse en el templo y en la vida ordinaria. Pero san José es el hombre que más cerca ha estado de Jesús y eso le reportaría un sin fin de gracias.
Hoy san José sigue estando junto a Jesús en el cielo y, como decía santa Teresa, no puede haber cosa que desee y que le niegue Jesús. Por eso debemos invocarle con mucha fe para nosotros mismos, para la unión en las familias, para el bien de la Iglesia y para que todos podamos tener, como él, una santa muerte en los brazos de Jesús y de María.  Pongamos nuestros trabajos en las manos de Dios, como san José, y un día podremos gozar para siempre de su compañía.
 hombre  de bondad , alegría, celebramos a San José, el más grande de los santos después de María. modelo de prudencia, de obediencia heroica, de disponibilidad,de justicia, desprendimiento y pureza. Padre ejemplar y esposo solícito, lleno de fe, amor y respeto por Dios y los hombres. Elegido por Dios para ser el guardián, proveedor y protector de su Hijo y de su Madre Santísima.
Si todos los esposos y padres de hoy fijaran su mirada en San José como modelo y lo imitaran en sus virtudes, nuestras familias serían más fuertes y en ellas reinaría la fe, la unidad, el equilibrio y la armonía.
“San José es el hombre abierto a escuchar a Dios en la oración, dispuesto a aceptar sus designios que superan los límites humanos”
“San José es el modelo de fe, de total abandono a la Providencia Divina, especialmente cuando se nos pide confiar en Dios ‘por su palabra’, es decir, sin ver claro su designio”
“San José nos enseña el valor de la humilde obediencia, de la sencillez, del respeto y de la búsqueda amorosa de la Voluntad de Dios”