viernes, octubre 12, 2012

leyenda de santa barbara de lotto


El programa iconográfico de la pared norte, sin interrupciones por la puerta o las ventanas es más compleja y abarca dos temas distintos. El centro de la pared está dominado por la enorme figura de Cristo como la vid, una representación literal de las palabras de Cristo en Juan 15:5: "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos". La figura de Cristo, con las figuras orantes de Battista Suardi, su esposa y su hermana, a sus pies se presenta como el tronco de la vid y las ramas brotan de sus dedos hacia arriba. Las ramas y luego se enroscan en círculos, formando homólogos naturales de los redondeles en las paredes sur y oeste, y también contiene medias figuras, esta vez de santos. Brote hojas y racimos de uvas, las ramas se extienden en el frontón de la pared oeste y por el techo para formar una enramada ficticio  a cada lado de la composición son escaleras colocadas contra las ramas de la vid, y dos grupos de los primeros cristianos herejes, debidamente marcadas con sus nombres, están tratando de subir a unirse a los elegidos. Pero dos de los padres de la iglesia, Jerónimo y Ambrosio, resistir su avance y enviarlos derrumbaron más allá de los límites de la pintura al fresco en un pozo oculto de la perdición.
El segundo tema del muro norte, retratado en una escala mucho más pequeña en el paisaje de fondo y medio del suelo y de los edificios, las preocupaciones de la vida de Santa barbara, cotitular de Santa Brígida de la oratoria. La historia está tomada de la leyenda de oro, y como muchos de la santa vida vuelto a  a contar en este compendio popular, que se refiere a las muchas pruebas y tribulaciones sufridas valientemente en el nombre de Cristo por uno de sus mártires. Se inicia en el extremo izquierdo, donde barbara , reconocible por su vestido azul y un manto amarillo, es encarcelado en una torre por su padre pagano. La historia se desarrolla a continuación, de izquierda a derecha, siguiendo un curso sinuoso como barbara  es perseguido en los campos, detenidos, obligados a someterse a una sucesión de crueles torturas, y finalmente decapitado. En uno de los últimos episodios el padre de barbara, el principal autor de la persecución, está herido de muerte por un rayo, un recordatorio de que uno de los poderes  de santa barbara más característicos fue defender sus devotos y sus posesiones de la catástrofe inesperada.