sábado, agosto 18, 2012

sophia loren





Sofia Villani Scicolone, posteriormente conocida como Sophia Loren, nació el 20 de septiembre de 1934 en la capital de Italia, Roma. Su madre, Romilda Villani, era maestra de piano, y su padre, Ricardo Scicolone, era ingeniero. Sophia era hija ilegítima ya que Riccardo se había rehusado varias veces a casarse con Romilda; sin embargo, firmó un documento que confirmaba su relación con Sophia, y le dio su apellido.
Siendo una madre soltera, Romilda luchó por mantener a su hija. Estaban sumidas en la pobreza, y Sophia estaba casi desnutrida. Hasta una señora conocida de su madre le recomendó que dejara morir a la bebé, que nadie la culparía. Con su hija a punto de morir, Romilda se mudó a Pozzuoli, donde vivía la abuela de Sophia. La abuela Luisa se encontraba en la misma situación de miseria, sin embargo logró conseguir dinero para que su nieta pudiera sobrevivir.
Unos pocos años más tarde nació Maria, la hermana de Sophia. Era también hija de Riccardo, pero esta vez él no la quiso reconocer como su hija, para no tener que pagar manutención. En esa época en Italia un niño no podía ni siquiera ir a la escuela si no tenía el apellido del padre. Maria experimentó inmenso dolor y vergüenza debido a esto, hasta que diez años más tarde Sophia le pagó a su padre un millón de liras (aproximadamente $1500), que era todo el dinero que había ganado de su actuación en Aida, para que firmara los documentos que confirmaban que Maria era su hija.
En 1940, con la Segunda Guerra Mundial, Pozzuoli era un sitio de bombardeo ya que muchas de las municiones se encontraban en esa zona. Todas las noches los habitantes llevaban colchones y cobijas a un túnel por el que pasaban los trenes y se refugiaban ahí. En uno de tantos ataques sorpresivos, mientras Sophia corría hacia el refugio, una granada la hirió en la barbilla. Ella tenía seis años en ese entonces.
Después de varios meses de bombardeos, los residentes de Pozzuoli se vieron obligados a evacuar. Romilda, Sophia y Maria se fueron a Nápoles donde le pidieron albergue a unos parientes lejanos que vivían allí. Sophia fue testigo de muchas de las injusticias de la guerra: desde el balcón del cuarto en el que vivía vio asesinatos, hombres sacados de sus hogares a la fuerza para que fuesen a pelear a la guerra, y otros actos de violencia.
El miedo imperó en Sophia durante toda su infancia. Tenía miedo de no tener qué comer, miedo de que los otros niños se burlaran de ella en la escuela por ser ilegítima, y especialmente le asustaba la idea de que en cualquier momento bombas podrían caer del cielo y causar explosiones letales.
Al terminar la guerra, la familia regresó a Pozzouli junto con la abuela. En un intento de ganar dinero, abrieron una especie de bar en la sala de su casa al que iban los soldados americanos que estaban situados cerca. La abuela vendía licor casero de cereza, mientras que Romilda tocaba el piano y Maria cantaba. Sophia lavaba los platos y atendía a los soldados, pero era muy tímida para cantar como su hermana. El negocio resultó un éxito. Uno de los soldados hasta llevó a Sophia al doctor de la base militar para que le reparara la cicatriz que le había producido la herida de la granada de hace años.
Ya sin nada que temer, Sophia se dedicó a visitar el Teatro Sachino, el único teatro de Pozzuoli, que había reabierto sus puertas después de la guerra. Le encantaban las películas de Hollywood, y le fascinaban las superestrellas como Tyrone Power, al que definió como el dios de su adolescencia, Clark Gable, Cary Grant, Frank Sinatra, entre otros. Se sentaba a ver a veces hasta cuatro películas seguidas, y cada vez estaba más segura de su destino. A pesar de tener una personalidad tímida e introvertida, a los 11 años de edad, Sophia supo que sería actriz.
Sophia fue creciendo y convirtiéndose en una hermosa mujercita, muy madura y atractiva. Cuando tenía 14 años, una vecina informó sobre un concurso de belleza en Nápoles. El concurso nombraría a una reina y a doce princesas. Para poder participar se tenía que tener mínimo 15 años, pero como Sophia aparentaba más edad de la que tenía, Romilda decidió inscribirla en el concurso a pesar de que Sophia no quería. A ella le daba miedo tanta atención. Sin embargo, durante el concurso Sophia actuó muy confidente y fue nombrada una de las doce princesas.
Después del concurso Romilda metió a Sophia en clases de actuación. Cuando se enteraron en 1950 que se necesitaban cientos de extras para una película en Roma, Romilda sin vacilar se llevó a Sophia a probar suerte. El viaje fue todo un éxito ya ambas fueron contratadas como extras en una película de Mervyn leRoy, Quo Vadis, significa “A donde vas” en latín. Esta era una película bíblica épica que contaba la historia de un soldado romano que regresa de la guerra y se enamora de una cristiana, y le intriga su religión. Sophia juega el papel de una muchacha esclava.
Al finalizar la película Romilda tuvo que regresar a Pozzuoli porque Maria se encontraba muy enferma, y deja a Sophia sola en Roma, con tan solo 16 años. Sophia comenzó a buscar más trabajos, y recibió papeles en algunas películas como Cuori Sul Mare (Corazones sobre el mar), El Voto, Bluebeard’s Six Wives y Io Sono il Capatz. Para ganar más dinero Sophia aceptó un trabajo como modelo en fotonovelas semanales (fotoromanzi). Las historias se publicaban en los periódicos, y ella aparecía bajo el pseudónimo Sofia Lazzaro. Fue mas tarde que una de sus películas adoptó el nombre de Sophia Loren con el que se quedó finalmente.
Si no hubiese sido por la ambición de su madre, y su guía, Sophia no hubiese tenido el coraje de salir de Pozzuoli e ir a Roma para buscar su sueño.
Sophia participó en varios certámenes de belleza, y fue en el de Miss Roma, en el que ganó segundo lugar, en donde llamó la atención de uno de los jueces y su futuro esposo, Carlo Ponti. En ese entonces ella tenía 17 años y el 39. Ganó una prueba de cámara con él, que era muy acreditado porque había lanzado las carreras de muchas actrices como Alida Valli y Gina Lollobrigida.
Sophia hizo varias pruebas ante la cámara pero no resultaban bien. Los fotógrafos sentían que no servía para posar, que su nariz era muy larga y sus labios muy grandes. Carlo le comentó esto con el fin de que considerara en hacerse alguna cirugía plástica, pero ella se rehusó a hacer eso y a perder peso también. Ella sabía que sus rasgos eran diferentes de muchas de las famosas del momento, pero no le importaba, le gustaba ser así.
A los 18 años le dieron a Sophia un papel de mayor peso en la película Africa Sottto i Mari (África bajo el mar), sin embargo la película no la ayudó mucho a afianzarse más como actriz. Actuó en muchas otras películas, pero fue en 1954, cuando actuó como personaje principal en la ópera de Verdi Aida que ganó prestigio y un contrato de un año con Carlo Ponti, debido a su excelente actuación.
Sophia siguió trabajando arduamente por los próximos 12 meses, pero no encontraba forma de volver hacerse notar. Finalmente el director y actor italiano Vittorio de Sica la llamó para que interpretara a una muchacha napolitana que entrega pizzas en la película L'Oro di Napoli (El oro de Nápoles). Él veía en Sophia una explosiva pasión y originalidad. Posteriormente Carlo le obtuvo el rol principal en la película de Nives Mongolini Woman of The River. Era un papel más serio y difícil, pero salió triunfante de nuevo.
También actuó en 1955 en la película del director Alessandro Blasetti Too Bad She’s Bad junto con de Sica y Marcelo Mastroianni, otra estrella del cine italiano. Los tres se volvieron a reunir un año mas tarde para grabar la película The Miller’s Wife, y luego Sophia sola con de Sica para filmar Scandal In Sorrento, y después se reunió con Marcelo en la película Lucky To Be A Woman.
Hasta ese entonces todas las películas que había hecho Sophia eran en idioma italiano. Carlo le sugirió que se preparara para actuar en papeles en donde tendría que hablar en inglés, por lo que Sophia comenzó a tomar clases de inglés. El productor y director american Stanley Kramer estaba interesado en Sophia para que interpretara el papel principal en la película The Pride and The Passion, junto con Cary Grant y Frank Sinatra. Kramer le ofreció una enorme cantidad de dinero a Sophia, por lo que no pudo hacer negado el trabajo. Ella estaba muy emocionada porque iba a trabajar con las estrellas de cine con las que solía soñar en el teatro de Pozzuoli cuando era apenas una niña. La película le abrió las puertas a Sophia a las películas americanas.
Sophia tuvo un romance con Grant, y él le propuso matrimonio, pero ella lo rechazó ya que tenía también una relación especial con Carlo Ponto, a pesar de que él estaba casado. Ponti se iba a divorciar y Sophia esperaba pacientemente. Finalmente Sophia y Carlo se casaron.
En 1957 Sophia filmó Legend Of The Lost junto a John Wayne. El mismo año firmó un contrato de cuatro películas con Columbia. En 1959 actuó en la película Houseboat junto con Grant nuevamente; este fue un encuentro amargo para Grant ya que al final de la película terminan casados. Pero siguen siendo buenos amigos.
Sophia siguió actuando en una serie de películas exitosas como The Key, y The Black Orchid junto con otras grandes estrellas como William Holden, Peter Sellers y Anthony Quinn. También recibió una serie de premios por mejor actriz en varios países como Argentina, Japón y Francia.
En 1960 Sophia atendió junto con Carlo al Festival de Películas de Venecia. Fueron bienvenidos por una multitud muy alegre y emocionada. Sophia recibió el Premio de Mejor Actriz por la película The Black Orchid.
Ese mismo año de Sica le propuso a Sophia el papel protagónico en la película de idioma italiano La Ciociara o Two Women. Esta película contaría la historia de una mujer que trata de proteger a su hija de trece años de los horrores de la Segunda Guerra Mundial en Roma. Sophia aceptó este papel, y para poder capturar las emociones de la madre, revivió los dolorosos recuerdos de su infancia. Esta vez tendría que imaginarse todo desde la perspectiva de su madre. Sophia dejó salir totalmente sus sentimientos más ocultos, e interpretó este papel con mucha pasión; fue su mejor actuación.
Debido a su gran interpretación en la película Two Women, Sophia ganó en 1961 el premio Oscar por mejor actriz, siendo la primera persona que lo ganara con una actuación en una película extranjera. También ganó el premio de mejor actriz en el Festival de Cannes. Sophia estaba nominada junto con Audrey Hepburn, Piper Laurie, Geraldine Page, y Natalie Wood; sin embargo ninguna era tan excpecional como ella.
Sophia Loren se convirtió en el sex symbol de los 60. No obstante su típica apariencia de una actriz hermosa, pero cabeza hueca, Loren era reconocida por su inteligencia y agudeza. Actuó en algunas películas americanas pero no consiguió mucho éxito. Se dedicó mayormente a hacer películas en Italia, y aunque ha ganado más premios, ninguna película ha sido tan acreditada como Dos Mujeres.
Continuó produciendo obras exitosas con de Sica y Mastroianni, su co-estrella favorita, como Yesterday, Today and Tomorrow; Marriage, Italian Style; The Priest’s Wife; Gun Moll; A Special Day; and Ready To Wear. Otros grandes actores con los que tuvo oportunidad que compartir escenarios fueron Anthony Perkins en Five Miles To Midnight, Robert Wagner en The Condemned Of Altona, Paul Newman y David Niven en Lady L., Gregory Peck en Arabesque, Marlon Brando en A Countess From Hong Kong, Peter O’Toole en Man Of La Mancha, Richard Burton en The Voyage and Brief Encounter, Burt Lancaster y Ava Gardner en Cassandra Crossing, y Jack Lemmon y Walter Matthau en Grumpier Old Men, una comedia romántica filmada en 1995.
Sophia a continuado ampliando sus horizontes. Tuvo dos hijos con Carlo: Carlo Jr. y Eduardo. Ya en sus sesentas, Loren fue más selectiva en sus papeles, y además incursionó en otros tipos de negocios, publicando libros de cocina, publicitando anteojos, joyería y perfumes, siendo la primera actriz en lanzar una fragancia propia. Escribió numerosos libros, entre los cuales se encuentran: Sophia, Viviendo y Amando, Su Propia Historia; Mujeres y Belleza; Come Conmigo; Recetas y Memorias de Sophia Loren.
El único escándalo en el que se ha visto envuelta Sophia, que en realidad no es de importancia y no dañó su imagen, fue en 1982, cuando fue acusada por evasión de impuestos y pasó 18 días en una cárcel de Italia. Su esposo también estuvo en prisión. Los problemas financieros de la pareja ocurrieron porque aparentemente éste hizo apuestas en eventos deportivos.
Actualmente Sophia sigue haciendo películas. En 1990, recibió un Oscar honorario por su contribución al mundo del cine, y fue declarada uno de los tesoros mundiales del cine, y en 1999 la revista People nombró a Sophia como una de las mujeres más sorprendentes y mejor mantenidas para su edad. Ha recurrido a la cirugía plástica varias veces ya, pero su atractivo natural no ha mermado aún. Además Sophia se dedica a obras de caridad.
Sophia Loren, con más de 50 años de carrera y con 100 películas acreditadas con su nombre, es considerada como una de las actrices más queridas y más hermosas de la historia. Es excepcional como una personalidad tan famosa y bella nunca se haya visto envuelta en ningún escándalo de cualquier tipo durante toda su trayectoria artística. Sophia Loren es una actriz sumamente íntegra y maravillosa.