domingo, julio 17, 2011

mision en san jose de comondu en bc mexico

sierra de la giganta
fundada por padres jesuitas juan de ugarte y juan maria salvatierra
padre eusebio francisco kino



Dotada por José de la Peña Castrejón y Salzines, marqués de Villapuente, fue fundada a principios de 1708 por  el padre Salvatierra y Juan de Ugarte, a unos 54 Km. al oeste noroeste de Loreto, en un hermoso oasis en la Sierra de la Giganta, 
río abajo se estableció la visita de San Miguel de Comondú, que había surgido gracias al trabajo hecho en el lugar por 
Juan de Ugarte. La misión fue atendida desde el principio por el padre Julián de Mayorga, el cual permaneció allí hasta 
el día de su muerte, el diez de noviembre de 1736, aunque su edificación en 1750 o se debe al misionero austriaco 
Francisco  Inamma; la construcción era la única iglesia en la península con tres naves. 
En diciembre de 1736, la misión se trasladó a San Ignacio, lugar en el que supuestamente se tenían más 
facilidades para la  siembra,  y  desde entonces la anterior sede se llamó Comondú Viejo
 En 1793 los dominicos relataron que la iglesia estaba decorada con tres altares, 25 pinturas y 6 estatuas. 
Es ésta la misión que, según se cuenta, a principios del siglo XX fue destruida con 
dinamita por el gobernador General Juan Domínguez para construir una escuela con 
sus piedras, aunque las razones que tuvo el militar quizá fueron otras, si se toma en 
cuenta que, como ya se ha dicho, la piedra es material que sobra en toda  la región. 
Tres campanas que se conservan tienen grabadas las fechas 1697, 1708 y 1741; y a 
pesar del cuidado que estos bienes reciben de Doña Elvira Prepulís vecina del lugar
 los óleos de incalculable valor que cuelgan en los muros de la antigua sacristía, llenos 
de polvo, al acceso de cualquier visitante, cada día se deterioran más.   
Fernando Jordán llamó a los dos Comondúes el último paraíso sobre la 
tierra no sólo por su hermoso paisaje, sino por la producción de sus huertos 
abundantes en caña de azúcar, olivos, vid, palmas datileras e higueras; así como por la 
ganadería que proveía a sus pobladores con carne, queso, mantequilla y pieles.  Dejó de 
funcionar como misión en 1827; a mediados del siglo XX mucha gente joven 
de los dos poblados emigraron a otros lugares menos incomunicados, y sólo hasta 
época reciente, al lograrse la construcción de un camino que entronca con la carretera 
estatal Ciudad Insurgentes La Purísima, y facilitarse así la comunicación con las 
poblaciones vecinas, el “último paraíso” parece revitalizarse e iniciar el progreso que su población merece